Destaca la tribuna de los pies soportada en unas vigas cuyas cabezas, a modo de canecillos, presentan una digna policromía.
También hay pinturas góticas del siglo XIII en la sacristía y dos grandes murales de entre los siglos XI y XIII en los que aparece un San Cristóbal de más de cinco metros de altura. En frente, en un pilar mudéjar, una figura con un castillo en la mano.
El retablo mayor se culmina con el grupo escultórico del Llanto sobre Cristo muerto, de principio del siglo XVI.
